ARTÍCULO

Nueva Legislación Igualdad

En un contexto social y legal en constante evolución, la igualdad de género en el ámbito laboral ha pasado de ser una aspiración ética a convertirse en una obligación legal y una estrategia clave para la sostenibilidad empresarial. El presente artículo aborda las claves para diseñar e implementar un Plan de Igualdad efectivo en las organizaciones, según lo dispuesto por la Ley Orgánica 3/2007 y el modelo desarrollado por el Instituto de la Mujer. Un Plan de Igualdad no es solo una declaración de intenciones. Es un conjunto estructurado de medidas concretas que, tras un diagnóstico detallado de la situación interna de la empresa, busca corregir desigualdades y prevenir la discriminación por razón de sexo. Pero ¿cuáles son los pasos reales para su creación e implantación?

Fundamentos legales y objetivos

La Ley Orgánica 3/2007 establece que todas las empresas deben respetar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres, adoptando medidas específicas para evitar la discriminación laboral. Las empresas de más de 250 personas trabajadoras tienen la obligación legal de aplicar un Plan de Igualdad, mientras que en las demás es voluntario salvo que lo exija el convenio colectivo.

Los planes de igualdad tienen como objetivo corregir desigualdades existentes y prevenir futuras discriminaciones. Para ello, deben negociarse con la representación legal de las personas trabajadoras y ser aplicados con un enfoque transversal y sistemático.

Concepto, estructura y contenido del Plan

Según el artículo 46 de la Ley, un Plan de Igualdad es un conjunto ordenado de medidas, adoptadas tras un diagnóstico de situación, tendentes a alcanzar la igualdad de trato y oportunidades en la empresa. Su estructura básica debe contemplar:

  • Objetivos generales y específicos

  • Ámbitos de actuación (acceso al empleo, promoción, formación, retribución, conciliación, prevención del acoso…)

  • Medidas concretas, responsables, plazos, recursos y métodos de evaluación

  • Indicadores de seguimiento

El plan debe cubrir toda la empresa, aunque puede incorporar medidas específicas para centros de trabajo concretos.

Agentes implicados en el proceso

La elaboración y ejecución de un Plan de Igualdad requiere la implicación activa de diversos actores:

  • Alta Dirección: aporta impulso institucional, recursos y visibilidad

  • RRHH: integra la igualdad en los procesos internos de la empresa

  • Representación legal: participa activamente en el diseño, implementación y seguimiento

  • Comité de Igualdad: órgano paritario con representantes de empresa y plantilla, clave para la coordinación del plan

  • Plantilla: destinataria principal de las medidas, debe ser informada y partícipe

  • Personas expertas: pueden ofrecer apoyo técnico en diagnóstico y diseño de medidas

Metodología: fases de elaboración

El modelo propuesto por el Instituto de la Mujer establece una metodología en seis fases:

1. Compromiso institucional

La Alta Dirección debe asumir públicamente la igualdad como principio estratégico, incluirlo en sus políticas de RRHH y asignar recursos para el proceso.

2. Creación del Comité Permanente de Igualdad

Este órgano debe ser paritario y contar con personas de distintas áreas y con capacidad de decisión. Se encarga de dinamizar el plan, hacer seguimiento y evaluar resultados.

3. Diagnóstico

Consiste en analizar la situación de igualdad entre mujeres y hombres en la empresa mediante cuestionarios, entrevistas, recogida de datos y análisis cuantitativo y cualitativo con perspectiva de género. Se abordan áreas como acceso al empleo, formación, promoción, condiciones laborales, retribuciones y cultura empresarial.

4. Programación del Plan

A partir del diagnóstico se definen objetivos, acciones concretas, personas responsables, calendario, recursos necesarios, indicadores de seguimiento y evaluación. Se debe garantizar la coherencia entre objetivos y acciones, así como su viabilidad.

5. Implantación

Consiste en ejecutar las acciones previstas, mantener una comunicación constante con la plantilla y garantizar que se cumplan los plazos y se apliquen los recursos asignados.

6. Evaluación

Se analizan resultados, dificultades, cambios producidos y nivel de cumplimiento de los objetivos. La evaluación se realiza a tres niveles: resultados, proceso e impacto. También se formulan recomendaciones de mejora para futuras ediciones del plan.

Medidas transversales

Durante todo el proceso deben integrarse acciones de:

  • Comunicación: interna (intranet, reuniones, tablones) y externa, para informar y sensibilizar

  • Formación: en igualdad, perspectiva de género, conciliación, comunicación inclusiva…

  • Seguimiento: continuo, basado en indicadores establecidos desde la programación

Herramientas prácticas

El manual incorpora modelos prácticos para facilitar el trabajo de las empresas:

  • Modelo de compromiso de la Alta Dirección

  • Cuestionario de diagnóstico

  • Informe diagnóstico

  • Estructura tipo de Plan de Igualdad

  • Fichas individuales de acciones

Conclusión

El Plan de Igualdad es una herramienta de gestión estratégica que contribuye a mejorar el clima laboral, atraer talento, aumentar la productividad y cumplir con el marco normativo vigente. Apostar por la igualdad no es solo un imperativo legal, sino una decisión inteligente y responsable que beneficia a toda la organización y a la sociedad en su conjunto.

Desde COEDPI, animamos a todas las entidades a conocer y aplicar estas directrices, y nos ponemos a disposición de las empresas para acompañarlas en este camino hacia la equidad real y efectiva.

Referencia

https://www.upm.es/sfs/Rectorado/Gerencia/Igualdad/Plan%20de%20Igualdad/Manual%20para%20elaborar%20un%20Plan%20de%20Igualdad%20en%20la%20empresa.pdf