Hola Trainers, abrimos este nuevo apartado en nuestro blog dedicado al MarKeTing para clubes y asociaciones de artes marciales, deportes de combate y defensa personal.
Recuerdo cuando ibamos al pueblo en verano desde la gran ciudad y las abuelas sentadas en sus mecedoras a las puertas de las casas se nos quedaban mirando y nos preguntában: ¿y tu de quién eres?. En mi caso yo era de Bernardeta la Paulina, abuela por parte de padre, pero eso me daba un estatus de comunidad, ya no era un forastero aunque mi casa habitual estuviera a más de 400km, era alguien del pueblo, y eso se transmitía en la mirada o la sonrisa de esa abuela que hacía que yo me sintiera integrado y con una gran emoción de pertenencia. Me sentía cómodo, con ganas de volver verano tras verano.
A lo largo de las entradas de este blog hablaremos largo y tendido sobre la captación pero sobre todo sobre la fidelización del alumno, de crear grupo, comunidad, sentimiento de pertenencia, porque a medio largo plazo ese será nuestro principal motor. La publicidad más efectiva es la de tu amigo, aquél en quién confías que te recomienda algo porque es bueno, que te invita y anima a ir con él y te cuenta en mitad de esa charla o con esa cocacola todas las ventajas y propiedades de apuntarse a vuestro club, porque ya no es tuyo, ya es vuestro.
Así que para no extendernos mucho en esta primera entrada vamos a partir de cero: aún no tenéis el club, lo acabáis de crear, y os acaba de llegar el sobre por correo certificado con vuestros estatutos selladitos y con ese estupendo número de registro bajo la resolución positiva.
De modo que ahora toca hacernos la primera pregunta: ¿a quién va dirigido mi club? ¿Quiénes serán mis alumnos? ¿Qué vienen buscando? ¿Ellos de quién son?
Aquí se nos abre el primer melón. Ésta es tal vez la pregunta más importante:
¿Soy un club que busca la competición deportiva? ¿Dedicaré mis clases a aprender reglamento y sacar punto? ¿Se basarán los entrenamientos en cronos y pitidos y repetición de asaltos? ¿Los ejercicios serán repetir y repetir y repetir esa patada o ese puñetazo en esa secuencia que sé que saldrá en competición y podré ganar el torneo?
¿O soy un club recreativo? Hago clases divertidas, donde mis atletas sudarán hasta poder escurrirse cual toalla, correrán, saltarán, golpearán, mucho circuito, tal vez clases con música, de vez en cuando algún asalto, algo de kata, pumse o sombra pugilística, trabajo por parejas en colaboración, sociabilización, diversión, risas, colegueo, ejercicios de colaboración, competición por parejas a ver quién es primero en esa carrera de patadas por relevos, juegos por equipos para golpear sacos, y por supuesto, esa cervecita al acabar el entrenamiento y esas barbacoas una vez al mes.
¿O soy un club de defensa personal? Pizarra, teoría, escenarios, mucho sudor, protecciones no homologadas cada uno como pueda, sin normas (que para eso están las protecciones), y mucha sensación de seguridad cuando vuelvo a casa.
Tal vez quiera impartir las tres cosas, o solo deportivo/recreativo, o recreativo + de defensa personal. La respuesta puede ser cualquiera, pero la pregunta es clave: ¿tú de quién eres?
También podemos en el mismo club y desde la misma disciplina ofrecer dos productos diferentes, los lunes recreativo y los miércoles deportivo, o de 17 a 18h deportivo y de 19 a 20h defensa personal. Pero aquí lo importante es tenerlo claro, porque si nuestro alumno busca aprender a defenderse y le ponemos a correr y pegar al saco como un descosido, el día que vaya a un cursete de otra cosa, de defensa personal de verdad nos abandonará. O si lo que busca es competir, y nos dedicamos a soltarnos la muñeca por parejas, no nos aguantará un trimestre. ¿O no os habéis fijado que en un club donde prima el combate el día de katas faltan la mitad? O al revés, un club de katas, que el día que hay combate la gente va mucho más al baño… Es muy importante ser claro con los alumnos, estar focalizado y tener todos claro: de quién es cada uno.
Ser capaz de dar al alumno lo que ha venido a buscar nos ayudará en la fidelización, que lo pase bien, que lo disfrute, que venga con ganas, que sea su lugar de desahogo, de descanso mental y desconexión de sus problemas cotidianos. Que haga sol o llueva, esté desando venir, pero para eso, no puede arriesgarse a que cada día toque una cosa. Tiene que tener claro lo que encontrará cuando llegue.
Una vez tengamos claro que tipo de clase, o de clases quiero impartir en mi escuela viene la segunda cuestión: ¿a quién?
¿Quiero clases infantiles? ¿Solo adultos? ¿Cogeré infantil y primaria o solo primaria? ¿Busco una clase exclusiva para mujeres? ¿Quiero una clase de adultos vinculados al campo de la seguridad (policias, vigilantes, etc)? ¿O aceptaré también población no vinculada a ese «target» (cliente) dentro de la misma clase?
Dependiendo del perfil que busque deberé ir a buscarlo a un sitio u otro. Si busco público infantil acudiré a repartir publicidad a la puerta de colegios, llegaré a acuerdos con la academia de inglés de mi barrio, y pondré carteles cerca de parques infantiles. Si mi publico es juvenil los institutos y universidades son mi sitio, las cercanías a centros comerciales, o los acuerdos con autoescuelas. Si busco profesionales de la seguridad los cuarteles y comisarías, tal vez reunirnos con el concejal de seguridad, o pasarnos por cruz roja y protección civil que suelen estar en contacto al día a día con ellos en cada intervención. Si busco una clase para mujeres, los colegios y guarderías, o los comercios de proximidad pueden ser buenos lugares.
Estar en un grupo de iguales, con gente de mi sexo, edad, profesión, con quién sentirme uno más, un igual, con quién identificarme cuando hable de sus problemas, o sentirme escuchado si comento algo sobre los míos, me dará la clave para repetir día tras día, para volver al pueblo verano tras verano. La necesidad de grupo es el tercer escalón en la pirámide de Maslow, tras cubrir las necesidades fisiológicas y de seguridad.
Puedo acudir al dojo por estrés en el trabajo (1er escalón) o por miedo a que me agredan (2º escalón), pero solo me quedaré una vez cubiertas esas necesidades si me siento integrado y parte activa de una comunidad de iguales (3er escalón de Maslow).
Así que aquí lo dejamos por hoy con dos preguntas para comenzar a crear nuestra estratégia de Marketing:
¿Qué tipo de clases quiero impartir dentro de mi deporte, disciplina, sistema o modalidad?, Y ¿a qué público irán dirigidas?
Teniendo claro esto, en los próximos artículos comenzaremos a crear estrategias y a conocer herramientas, tanto para campañas a pie de calle, como en redes sociales.
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