En el mismo barrio a una persona pueden robarle el coche tres veces en un año y otra dejarse el coche abierto sin que nadie se lo toque. ¿Por qué a mí? ¿Escogen los malos a sus víctimas? ¿Cómo lograr que los malos no se fijen en mí?
Historia de la Victimología y Autores:
1930 – En la Habana (Cuba) sale el término victimología en un congreso de ciencias forenses y rápidamente pasa a emplearse también en Europa.
1937 – Mendelsohn publica en Italia un formulario para recoger datos de las víctimas de asesinato.
1940 – Mendelsohn publica en Italia, el primer estudio sobre las víctimas de violación señalando rasgos comunes entre ellas.
1945 – Frederick Wertham en Estados Unidos, publica «The Show of Violence» donde no solo habla de asesinos sino de características que buscan en sus víctimas.
1947 – Hans Von Heanting en Alemania publica «El Criminal y su Víctima» donde señala que hay tres perfiles que tienen más posibilidades de ser agredidos que el resto de la población.
1950 – Henri Ellenberger en Estados Unidos habla en un artículo sobre el «riesgo victimal», con referencia hacia comportamientos que nos ponen en riesgo.
1970 – Naciones Unidas reconoce la Victimología como una ciencia.
1976 – I Simposio de victimología en Boston.
1978 – Hindelang, Gottfredson y Garofalo crean la llamada «teoría del estilo de vida» para explicar como los delincuentes escogen a sus víctimas, basándose en las teorías de Von Heanting.
1980 – Marcus Felson y Lawrence Cohen publican la «teoría de las actividades cotidianas», pilar fundamental a día de hoy que explica los elementos necesarios para que exista un delito.
1981 – Betty Grayson y Morris I. Stain publicaron «Attracting assault: victim’s nonverbal cues» donde pidieron a varios presos tras mostrarles individualmente una grabación de gente por la calle, que escogieran a una persona para atracar, demostrando que la gran mayoría de presos escogía a las mismas personas.
1982 – James Q. Wilson y George L. Kelling sugieren la teoría de «las ventanas rotas» cuya puesta en práctica reduce la criminalidad en Nueva York en más de un 80%.
1991 – Ezzat Fattah, en Egipto crea la tabla «Modelo de Oportunidad», con aspectos micro, meso y macro de la victimología ambiental.
2002 – La universidad de Canterbury repite el experimento de Grayson y Stain de 1981 llegando a idénticos resultados.
2014 – Estefanía Estévez, Belén Martínez, y María del Carmen Montreal, de la Universidad San Pablo Olivade de Sevilla, publican un estudio sobre 1.884 estudiantes españoles sacando los principales rasgos psicológicos, comunes en las víctimas.
Hans Von Heanting 1947
Este policía y criminólogo alemán sugirió la teoría de la «economía de delito» donde argumentó tres perfiles que tenían más probabilidades de ser víctimas que el resto de la población siendo:
- Migrantes: para él era lo mismo un inmigrante ilegal que un empresario en viaje de negocios, ya que según él, cualquier persona fuera de su entorno, que no conociera el idioma, las costumbres y los recursos para pedir ayuda tenía más probabilidades de ser agredido.
- Ostentosos: cualquier persona que mostrara su riqueza eliminaba en el agresor la incertidumbre de si merecería la pena o no la agresión, dando certeza al criminal sobre la recompensa a obtener.
- Débiles: en esta categoría incluía solitarios, mendigos, niños, ancianos, enfermos, tullidos de la guerra, y mujeres como débiles sociales ya que argumentaba que mientras en un hogar siempre fuera el varón quién ejecutara las tareas de fuerza y la mujer las tareas de logística, se estaría educando a los menores del hogar en que las mujeres no son tan fuertes físicamente como los varones, por lo tanto los delincuentes preferirán agredirlas a ellas antes que a los hombres al presuponer menor resistencia.
Felson & Cohen 1980
Su pirámide del delito explicado en su «teoría de las actividades cotidianas» explicaba que para que exista un delito deben existir algunos componentes como son: un agresor motivado, un sujeto delinquible y una ausencia de vigilancia o de observadores.
Si no hay agresor no habrá delito,
Si no hay un objeto delinquible (algo que robar, agredir, secuestrar, violar, etc); tampoco habrá delito,
Y si hay vigilancia (no hay ausencia de vigilancia), tampoco habrá delito.
Según estos autores, para que existiera un delito se necesitaban estos tres vértices del triángulo.
Grayson & Stain 1981
Tras ir pasando de forma individual a más de 100 presos a una habitación, se les mostró una grabación de una calle y se les hizo individualmente la pregunta de: ¿a quién de ellos atracarías? Solo salieron tres personas señaladas por los delincuentes.
Grayson y Stain publicaron un informe de 8 páginas explicando los puntos que tenían en común estas tres personas:
James Q. Wilson y George L. Kelling 1982
Según su teoría, los edificios con cristales rotos, grafitis, basura en las calles, etc; animaban a la población a cometer delitos, ya que en los barrios donde estaba todo limpio y cuidado el porcentaje de delitos era menor. El alcalde de Nueva York, gastó una parte importante del presupuesto en arreglar edificios antiguos y limpiar las calles.
Además, evitó la ausencia de vigilancia en las calles poniendo radios en los coches de policía, y en lugar de estar en la central esperando a que les avisaran (igual que los bomberos), les puso a dar vueltas con los coches con radio, por las calles de las zonas conflictivas. El mero hecho de la presencia policial, combinado con la mejora del aspecto de las calles y edificios, redujo los delitos en más de un 80%.
Rebekah E. Gunns, Lucy Johnston y Stephen M. Hudson, 2002
Estos tres miembros de la Universidad de Canterbury, desarrollaron un experimento similar al de Grayson & Stain obteniendo unos resultados muy similares.
Estefanía Estévez, Belén Martínez, y María del Carmen Montreal 2014
Por parte de estas tres estudiantes de psicología de la Universidad San Pablo Olivade, tras entrevistarse con más de 1800 jóvenes de ambos sexos víctimas de agresiones, llegaron a la siguiente tabla de conclusiones respecto a las condiciones psicológicas de las potenciales víctimas:
Conclusión:
La teoría de la «economía del delito» desarrollada por Hans Von Heanting en los años 40 del siglo pasado, trabaja bajo la hipótesis de que los delincuentes buscan la máxima rentabilidad económica, con el menor coste posible (riesgo/resistencia), en el menor tiempo posible.
Escogen a sus víctimas en función del ambiente dependiendo de si hay observadores presentes o no (Felson y Cohen), y de si la persona es la mejor opción para cometer el delito o si es mejor no arriesgar y abordar a la siguiente que se presente.
En agresiones hacia sujetos desconocidos la comunicación no verbal será clave para indicar a nuestro entorno que no somos víctimas fáciles: la separación de tobillos, espalda recta, hombros retirados, manos separadas del cuerpo y mentón alto, proyectarán una imagen de fortaleza y seguridad que en muchas ocasiones será suficiente para no ser escogidos por los delincuentes (Grayson y Stain).
Respecto a las agresiones por parte de conocidos y entorno cercano (ámbito laboral, educativo, familiar, etc); mostrar seguridad en uno mismo, y poner límites adecuados ante cualquier situación incómoda serán claves para evitar problemas mayores en el futuro (Estévez, Martínez y Montreal).
Enric Navarro. Self Defense Coach