Evaluación inicial tras una agresión
Tras sufrir una agresión y si se mantiene la consciencia, es fundamental realizar una autoevaluación rápida para identificar lesiones graves:
Estado de conciencia
Verificar la orientación y capacidad de respuesta.
Auto hazte a ti mismo algunas preguntas y respondelas mentalmente como tu nombre, fecha de nacimiento o día que es.
De dónde venías y a dónde ibas.
Si tras la agresión no eres capaz de auto responderte es posible que hayas recibido algún golpe en la cabeza y necesites revisión médica urgente.
Dificultad respiratoria
Observar signos de respiración entrecortada o dolor al inhalar. Toma consciencia de tu respiración y valora si el hecho de respirar te duele.
Dedica unos segundos a realizar respiraciones profundas centrándote en ver si tus dolores se acentúan cada vez que respiras.
En caso afirmativo necesitarás acudir rápidamente a urgencias para valorar daño costal o pulmonar.
Hemorragias visibles
Identificar sangrados activos y su localización. Pasa las palmas de tus manos por los laterales del cuello y miralas. Luego pásalas por tus axilas y la cara interna de tus brazos y vuelvelas a mirar, luego pasa la palma de tus manos por abdomen y lumbares y míralas de nuevo, y finalmente pasa la palma de tus manos por tus ingles y miralas otra vez.
Si en alguno de estos lugares tus manos se manchan de sangre podemos tener un problema ya que estos son los sitios más accesibles por donde pasan las arterias principales y un corte en estos lugares podría ocasionar que dentro de poco te encuentres en pleno shock hipovolémico, lo cual podría llevarte a la inconsciencia e incluso la muerte si no detienes rápido el sangrado en estas zonas.
Dolor intenso o deformidades
Notar áreas con dolor agudo o deformaciones evidentes.
Compara las extremidades de ambos lados, y busca abultamientos o deformidades, te indicará si tienes huesos rotos desplazados de su lugar habitual.
Necesitarás ayuda médica experta para colocar el hueso de nuevo en su sitio.
Ante cualquier signo de lesión grave, es prioritario solicitar ayuda médica urgente.
Lesiones traumáticas frecuentes
Tras cualquier agresión somos susceptibles de recibir impactos, cortes, incluso perforaciones o pinchazos. Vamos a analizar algunas de estas lesiones y cómo actuar adecuadamente.
Hemotórax
El hemotórax es la acumulación de sangre en la cavidad pleural, generalmente debido a traumatismos torácicos. Puede causar dificultad respiratoria y dolor en el pecho. Es esencial mantener a la persona en posición semisentada y buscar atención médica inmediata.
Volet costal
Consiste en la fractura de múltiples costillas adyacentes en más de un punto, creando un segmento inestable en la pared torácica. Esta condición compromete la respiración y requiere inmovilización del tórax y asistencia médica urgente.
Traumatismos articulares
Incluyen esguinces, luxaciones y fracturas en las articulaciones. Se manifiestan con dolor, hinchazón y limitación de movimiento. Es crucial inmovilizar la articulación afectada y evitar su uso hasta recibir atención médica.
Heridas abiertas
Las heridas abiertas pueden variar desde cortes superficiales hasta lesiones profundas. Es importante controlar la hemorragia, limpiar la herida y cubrirla con un apósito estéril. En casos de heridas penetrantes en el tórax, se debe aplicar un vendaje oclusivo para prevenir complicaciones como el neumotórax.
Primeros auxilios aplicables
Técnicas con material convencional
Vendajes oclusivos
Utilizados en heridas torácicas penetrantes para evitar la entrada de aire en la cavidad pleural. Se recomienda sellar tres lados del apósito para permitir la salida de aire sin que entre más.
Podemos utilizar envoltorios plásticos de gasas estériles fijados con esparadrapo en tres lados para sellar heridas torácicas. También el plástico de paquetes de clínex, y cualquier elemento como celo, cinta americana, o cualquier otro elemento para sellar 3 de las 4 partes.
Torniquetes
Indicados en hemorragias extremas de las extremidades cuando la presión directa no es efectiva. Deben aplicarse lo antes posible y mantenerse hasta la llegada de servicios médicos.
Podemos emplear cinturones, pañuelos o telas resistentes como elementos de fortuna para controlar las hemorragias, asegurando una presión adecuada que sea capaz de minimizar o parar el sangrado de la herida.
Inmovilizadores
Utilizados para estabilizar el cuello y las articulaciones lesionadas, previniendo daños adicionales.
De manera improvisada se pueden usar revistas enrolladas, tablas o cualquier objeto rígido junto con telas, las mangas de una camisa o sudadera, o cordones de zapatos, para inmovilizar las extremidades lesionadas.
Tras cualquier agresión somos susceptibles de recibir impactos, cortes, incluso perforaciones o pinchazos. Vamos a analizar algunas de estas lesiones y cómo actuar adecuadamente.
Reflexión
La evaluación y la respuesta eficaz a las lesiones posteriores a una agresión son fundamentales para mitigar los riesgos y acelerar el proceso de recuperación. Un conocimiento exhaustivo y la aplicación práctica de los principios de los primeros auxilios, incluso en contextos con recursos limitados, confieren a los individuos la capacidad de actuar con determinación y eficiencia en momentos críticos. Esto abarca no solo la atención inmediata de las heridas externas y visibles, como cortes, contusiones o laceraciones, sino también la comprensión de posibles daños internos, que pueden no ser evidentes a simple vista, así como el reconocimiento de las secuelas emocionales y psicológicas que a menudo acompañan a un evento traumático. Estas últimas pueden manifestarse en forma de estrés postraumático, ansiedad, depresión o ataques de pánico, y requieren una atención especializada y sensible a largo plazo.
La capacitación integral en primeros auxilios debe incluir un amplio espectro de habilidades y conocimientos, que van desde técnicas básicas para detener hemorragias, ya sean leves o graves, mediante la aplicación de presión directa y el uso de vendajes, hasta la inmovilización adecuada de posibles fracturas o esguinces para prevenir mayores complicaciones y aliviar el dolor. También es crucial aprender a manejar quemaduras de diversa índole, ya sean térmicas, químicas o eléctricas, comprendiendo la importancia de enfriar la zona afectada y protegerla de infecciones. Asimismo, la formación debe abordar la identificación y el tratamiento inicial del estado de shock, una condición peligrosa que puede poner en riesgo la vida de la víctima y que requiere una intervención rápida y coordinada.
Además de las habilidades prácticas, es esencial saber cómo solicitar ayuda médica profesional de manera oportuna y precisa. Esto implica conocer los números de emergencia locales y la información clave que se debe proporcionar al personal de emergencias, como la ubicación exacta del incidente, la naturaleza de la agresión, el número de personas heridas y su estado general. Una comunicación clara y concisa puede marcar la diferencia en la rapidez con la que llega la ayuda y la calidad de la atención que se puede brindar a la víctima.
En situaciones donde los recursos médicos son escasos o inaccesibles de inmediato, la creatividad y la capacidad de improvisación se vuelven herramientas invaluables. La habilidad para utilizar elementos cotidianos, como trozos de tela limpia para improvisar vendajes, ramas o cartones para crear férulas improvisadas, o incluso espejos o señales visuales para alertar a los servicios de emergencia sobre la ubicación de la víctima, puede ser determinante para salvar vidas o minimizar las secuelas de las lesiones.
El empoderamiento que surge de la adquisición de estos conocimientos y habilidades no solo beneficia a los individuos, sino que también contribuye significativamente a la construcción de comunidades más resilientes y preparadas para hacer frente a situaciones adversas. Fomentar una cultura de cuidado y asistencia mutua, donde los ciudadanos se sientan capacitados para intervenir en caso de necesidad, fortalece el tejido social y mejora la capacidad colectiva para responder eficazmente a las emergencias y promover el bienestar de todos. En última instancia, la inversión en la formación en primeros auxilios es una inversión en la seguridad y la salud de la comunidad en su conjunto.
Fuentes consultadas:
- American Heart Association. (2020). Aspectos destacados de las actualizaciones de primeros auxilios.
https://cpr.heart.org/-/media/cpr-files/cpr-guidelines-files/first-aid-focused-updates/hghlghts_2020fafcsdupdts_spanish.pdf - Manual de Primeros Auxilios – Diputación de Alicante.
https://www.dip-alicante.es/meri/DOC/EJERCICIO/AST%20Primeros%20Auxilios.pdf - Manual de primeros auxilios básicos – Diputación Foral de Gipuzkoa.
https://www.gipuzkoa.eus/documents/4004868/4007419/Manual%2BSorospen%2Bcast.pdf/36d1efa3-3cf9-442b-a33c-c309039a86e3