Un escándalo que sacude al deporte nacional
El deporte español ha sido testigo recientemente de un caso que ha puesto en entredicho la gestión económica de algunos clubes deportivos y que podría marcar un antes y un después en el control del dinero público destinado a la actividad física y la competición. Hablamos del Club Deportivo Ultra Sanabria, entidad organizadora de la conocida carrera de montaña del mismo nombre, que ahora se encuentra bajo el foco judicial.
La justicia investiga al club por presuntos delitos de fraude en subvenciones, falsedad documental y blanqueo de capitales, en relación con las ayudas públicas recibidas por parte de la Diputación de Zamora y la Junta de Castilla y León. Las diligencias abiertas apuntan a irregularidades como la duplicación de facturas y la supuesta manipulación del número real de participantes en las pruebas organizadas.
Una lección para todas las disciplinas deportivas
Aunque este caso afecta directamente a un club de carreras por montaña, sus implicaciones van mucho más allá de esta disciplina. La normativa que regula las subvenciones públicas es común a todas las modalidades deportivas, y por tanto, cualquier club —desde los de fútbol base hasta las escuelas de artes marciales— está sometido a los mismos principios de legalidad, transparencia y justificación documental.
En la comunidad COEDPI, donde conviven profesionales del karate, taekwondo, judo, boxeo o defensa personal, el acceso a subvenciones públicas es una herramienta habitual para poner en marcha programas de formación, inclusión, competiciones o mejora de instalaciones. Sin embargo, también representa una enorme responsabilidad.
Este caso debería servir de advertencia clara: cualquier error, descuido o mala práctica puede tener consecuencias jurídicas graves y arruinar el prestigio ganado durante años de trabajo.
Subvencionar con responsabilidad: una obligación ineludible
Recibir dinero público no es solo un derecho que se ejerce, sino una obligación que se gestiona con rigor. Justificar correctamente los gastos, presentar datos reales y mantener una trazabilidad clara de cada factura o ingreso es hoy más importante que nunca.
La reputación de un club se construye en los tatamis, los rings y los gimnasios, pero también en los despachos. La buena gestión administrativa no es algo secundario: es parte fundamental del juego limpio en el deporte moderno.
El valor de un acompañamiento profesional
Desde COEDPI, queremos recordar a todos los entrenadores, presidentes de clubes y responsables administrativos la importancia de no afrontar solos estas gestiones. Por ello, nuestra organización mantiene un convenio con GC Gestoría Deportiva, una entidad especializada en asesorar a clubes deportivos y que, además, ofrece un 10% de descuento a todos los entrenadores colegiados COEDPI.
Su equipo acompaña a los clubes desde el momento de la solicitud de ayudas hasta la justificación final, asegurando que todo el proceso se ajusta a la legalidad y se lleva a cabo de forma eficaz y segura.
Conclusión: el juego limpio también se juega en la contabilidad
Este caso nos recuerda que la integridad deportiva no solo se mide en el comportamiento dentro del campo o el tatami. También se demuestra en el modo en que se gestiona el dinero público, se presentan los documentos y se respeta la confianza depositada por instituciones, patrocinadores y deportistas.
En tiempos donde la transparencia y la rendición de cuentas son valores esenciales, cada club tiene la responsabilidad de actuar con previsión, honestidad y profesionalidad. Porque en el deporte, como en la vida, no basta con llegar a la meta: hay que hacerlo bien.