Formación en PRL: obligatoria, 100% online y con plenas garantías legales
La PRL no es solo un requisito legal, sino un compromiso ético y estratégico.
La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, establece la obligación de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, tanto física como mentalmente. Su artículo 19 insiste en que la formación debe ser específica para el puesto, adaptada a los riesgos reales y actualizada periódicamente.
El Real Decreto 39/1997 detalla cómo deben organizarse los servicios de prevención, estableciendo niveles de capacitación que van desde el básico (30-50 horas) hasta funciones más avanzadas. Esto no es burocracia: una formación bien diseñada reduce accidentes, mejora la productividad y genera confianza.
consecuencias
Las consecuencias de no cumplir son graves.
La Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS) califica como infracción grave no formar adecuadamente en PRL, con multas de 1.000 € a 12.500 € en 2025.
La Ley General de la Seguridad Social añade un recargo del 30% al 50% en todas las prestaciones derivadas de un accidente laboral si se demuestra falta de medidas preventivas, un coste que recae directamente sobre la empresa y que ningún seguro cubre.
El Código Penal, en su artículo 316, contempla incluso penas de prisión de 6 meses a 3 años en casos de negligencia grave con resultado de lesiones o muerte.
Pongamos un ejemplo práctico:
Una escuela de artes marciales no imparte la formación obligatoria en PRL a sus instructores y personal de mantenimiento, incluyendo cómo actuar ante caídas, golpes o emergencias médicas durante las clases. Un alumno sufre una lesión grave por una caída en tatami mal asegurado. Además de la multa administrativa y el recargo de prestaciones, el responsable del centro podría enfrentarse a un proceso penal. El impacto económico, la pérdida de confianza de los alumnos y el daño a la reputación de la escuela serían considerables.
La solución
La solución pasa por la prevención activa. El curso de PRL del Campus COEDPI está diseñado para cumplir con la normativa vigente y adaptarse a cada sector, incluyendo el deportivo y de artes marciales.
Su temario incluye identificación de riesgos, uso de equipos de protección individual, ergonomía, primeros auxilios, planes de emergencia y simulacros. Además, fomenta una cultura de seguridad en la que cada trabajador, entrenador y alumno se sienta corresponsable.
Invertir en PRL es invertir en personas, productividad y futuro. Un entorno laboral seguro no es solo una obligación legal, es una declaración de respeto y compromiso. Como dice el lema de COEDPI: «La seguridad se entrena». Hoy es el mejor momento para empezar.