La boxeadora argelina Imane Khelif, oro olímpico en los Juegos de París 2024, se encuentra de nuevo en el centro de la atención después de que World Boxing anunciara la obligatoriedad de pruebas genéticas de verificación de sexo para atletas mayores de 18 años. Esta normativa, que entrará en vigor antes de la Copa de Eindhoven (5‑10 junio 2025), ha suspendido de inmediato su participación oficial hasta que se realice dicha prueba.
¿Qué exige la nueva normativa?
Prueba genética tipo PCR (hisopo de boca/nariz o sangre) para determinar presencia de cromosoma Y, válida como criterio de elegibilidad para categoría femenina
Aplica a todos/as los/las boxeadores/as mayores de 18 años en competiciones oficiales sancionadas por World Boxing
Impacto inmediato sobre Khelif
Prohibición temporal de participar en la Copa de Eindhoven y cualquier evento de World Boxing, hasta superar la prueba
La medida se aplica por primera vez a ella, lo que ha generado controversia en medios, federaciones y redes sociales
Disculpas de la entidad
El presidente de World Boxing, Boris van der Vorst, se disculpó personalmente ante la Federación de Boxeo de Argelia por mencionar explícitamente a Khelif, reconociendo que su privacidad debió haberse protegido mejor
Contexto y antecedentes
En 2023, la IBA (entonces gestora de boxeo amateur) excluyó a Khelif de los Mundiales alegando resultados cromosómicos Y o niveles altos de testosterona, sin ir a fondo ni ofrecer transparencia; el COI rechazó esa decisión y la autorizó para los JJ. OO. de París
En París venció a Angela Carini y se alzó con la medalla de oro; sin embargo, volvió a ser sujeta a cuestionamientos sobre su género
La implementación de esta normativa la sitúa nuevamente en el centro de la discusión entre respeto a la privacidad, igualdad competitiva y protección de la integridad física
Dilema actual y repercusiones
Protección vs. discriminación: la prueba busca transparencia, pero implica exponer datos genéticos sensibles.
Igualdad de condiciones: se pretende prevenir posibles ventajas fisiológicas en categorías femeninas.
Servicio al atleta: preocupa si este modelo podría afectar negativamente su salud mental o fomentar estigmas.
Conclusión
El caso Khelif representa un momento clave en la evolución de las normas de elegibilidad sexual en deporte de combate. La decisión de World Boxing marca un precedente para otras federaciones, abriendo un debate ético, legal y deportivo: ¿cómo equilibrar justicia competitiva y respeto a la dignidad individual?