El karate se originó en Okinawa combinando técnicas locales de defensa con influencias del kung-fu chino. Durante el siglo XX se sistematiza y se traslada a Japón, donde surge la organización de estilos y métodos de enseñanza modernos. Tras la Segunda Guerra Mundial se expande globalmente, adoptándose tanto en escuelas tradicionales como en la práctica deportiva de kata y kumite. Actualmente es una de las artes marciales más difundidas del mundo y mantiene un equilibrio entre técnica, autocontrol y preparación física.