El kung-fu tradicional engloba numerosos sistemas chinos desarrollados durante siglos, muchos de ellos vinculados a templos, familias o regiones específicas. Combina técnicas de golpeo, defensa, agarres, armas tradicionales y trabajo interno orientado a la energía y la respiración. A mediados del siglo XX se estructura el concepto de wushu tradicional para preservar las prácticas clásicas frente al wushu moderno de competición. Hoy en día se practica globalmente tanto por sus aspectos marciales como por su profundidad cultural, artística y filosófica.