La gestión del estrés deportivo nace como especialidad dentro de la psicología deportiva cuando se identifica que el rendimiento no depende solo de la técnica y la condición física, sino del control emocional durante situaciones de alta presión.
En deportes de combate —donde existe impacto físico, riesgo percibido y exposición pública— los niveles de estrés son especialmente altos.
A lo largo del tiempo, se integran herramientas de:
• regulación emocional
• control de la activación
• rutinas precombate
• técnicas de respiración
• visualización
• gestión del miedo al impacto
• estrategias cognitivas para mantener el foco
• desensibilización progresiva ante situaciones de estrés
Hoy es una disciplina clave para deportistas, instructores y practicantes que buscan mejorar su rendimiento, su autoconfianza y su capacidad de tomar decisiones en momentos críticos.