La Defensa Personal Civil surge como necesidad de adaptar técnicas marciales tradicionales y sistemas modernos a un enfoque completamente práctico y accesible para la población general. A partir del siglo XX, diversas escuelas y programas de seguridad ciudadana estructuran métodos basados en prevención, evasión, puntos vulnerables, control del espacio y respuestas simples ante agresiones comunes. A diferencia de los sistemas profesionales o policiales, su prioridad es la protección del individuo, la huida segura y la toma de decisiones bajo estrés. Hoy es una de las disciplinas más extendidas en centros deportivos, colegios, asociaciones vecinales y formación municipal.