La Defensa Personal Policial (DPP) se desarrolla como respuesta a la necesidad de dotar a policías y profesionales de seguridad de un sistema eficaz y proporcional para actuar en intervenciones reales. Integra técnicas de control, reducción, inmovilización, proyecciones, bloqueos y defensa ante agresiones, basándose en principios legales como congruencia, oportunidad y proporcionalidad. Evoluciona a partir de artes marciales tradicionales, sistemas operativos modernos y normativa específica de actuación profesional. Hoy es una disciplina reglada en academias policiales y centros autorizados, con metodología orientada a minimizar daños y garantizar la seguridad de terceros.