El Kobudo tiene su origen en Okinawa entre los siglos XVII y XIX, cuando la prohibición de armas impulsó a la población local a adaptar herramientas agrícolas y objetos cotidianos como medios de defensa.
Con el tiempo, estas técnicas evolucionaron hacia un sistema estructurado que incluye armas como:
• Bo (bastón largo)
• Tonfa (mangos de molino adaptados)
• Sai (tridente metálico)
• Nunchaku
• Kama (hoz, en algunos linajes)
El Kobudo se entrena frecuentemente como complemento al karate tradicional, desarrollando coordinación, fuerza, precisión y comprensión de distancias. Aunque es un arte clásico, hoy se practica en academias de artes marciales, centros deportivos y sistemas modernos que integran armas no letales y entrenamientos técnicos.