La orientación y la navegación existen desde que el ser humano necesita desplazarse con seguridad por territorios desconocidos.
Las técnicas se consolidan con el desarrollo de la cartografía y la brújula magnética durante la Edad Media, evolucionando hacia métodos avanzados usados por exploradores, militares y rescatadores.
En la actualidad, esta disciplina combina:
• lectura de mapas topográficos
• uso de brújula y referencias naturales
• navegación terrestre con GPS
• interpretación de puntos cardinales y relieve
• planificación de rutas seguras
• evaluación del terreno y riesgos
Es fundamental en montaña, supervivencia, senderismo, búsquedas, emergencias y actividades outdoor donde el conocimiento del terreno y la ubicación precisa marcan la diferencia.