El Sanda (o Sanshou) surge como sistema de combate aplicado dentro del entrenamiento militar chino, integrando técnicas de kung-fu tradicional, boxeo y lucha. En las décadas posteriores se desarrolla un reglamento deportivo para competición, convirtiéndose en la modalidad de combate del wushu moderno. Su característica distintiva es la combinación de striking con derribos y controles sin continuidad en el suelo, lo que le da un ritmo explosivo y táctico. Hoy es una disciplina extendida internacionalmente, presente en campeonatos oficiales y entrenamientos mixtos de combate.