Un nuevo marco legal para un nuevo contexto social
La nueva Ley de la Actividad Física y el Deporte en Castilla-La Mancha sustituye a la anterior normativa autonómica de 1995, reconociendo que los tiempos han cambiado y, con ellos, las formas de entender y practicar el deporte. Se da así un paso decisivo hacia una regulación más transversal, integradora y moderna, que reconoce no solo el valor competitivo del deporte, sino también su función educativa, social, económica y medioambiental.
La ley incorpora los principios del Libro Blanco del Deporte de la Unión Europea, prioriza la salud, la inclusión, la sostenibilidad y la profesionalización. Además, redefine las competencias de las administraciones públicas, los derechos y deberes de los practicantes, y la estructura de las entidades deportivas. Todo ello con una clara vocación de servicio público y de alineación con las políticas comunitarias.
Claves de la Ley
La nueva normativa se estructura en nueve títulos y más de cien artículos, articulando una visión integral de la actividad física y el deporte en Castilla-La Mancha. Estas son algunas de sus claves principales:
- Reconocimiento del derecho al deporte: Se establece como un derecho de toda la ciudadanía, equiparable al acceso a la salud y la educación.
- Enfoque transversal: El deporte se integra en políticas de salud, medioambiente, educación, inclusión social, igualdad, urbanismo y desarrollo económico.
- Nueva clasificación de entidades: Se simplifica la tipología de entidades deportivas y se les dota de mayor flexibilidad jurídica y operativa.
- Protección del practicante: Se refuerzan las obligaciones en materia de seguridad, accesibilidad y cualificación profesional del personal técnico.
- Planificación y sostenibilidad: Las infraestructuras deben ajustarse a planes directores, con criterios de sostenibilidad económica, eficiencia energética y accesibilidad.
- Sistema sancionador ampliado: Se incluye un catálogo detallado de infracciones y sanciones tanto administrativas como disciplinarias, con especial atención a la lucha contra el dopaje y la intolerancia.
- Fomento de la formación e investigación: Se promueve una Escuela de Actividad Física y Deporte, y se crea un distintivo de calidad para profesionales y entidades.
Avances clave: salud, inclusión, profesionalización
Entre los aspectos más destacados de esta reforma normativa se encuentra la inclusión, por primera vez, de la actividad física no organizada y de carácter recreativo como parte integrante del sistema deportivo autonómico. Se reconoce también el deporte como un derecho universal de la ciudadanía, lo que implica una responsabilidad directa de los poderes públicos para garantizar el acceso a su práctica, especialmente a colectivos tradicionalmente excluidos o con mayores barreras de acceso.
Por otra parte, la ley pone especial énfasis en la cualificación profesional, estableciendo mecanismos de certificación y distintivos de calidad para las entidades y profesionales del sector. Esto tiene como objetivo elevar los estándares de seguridad y eficacia en la prestación de servicios deportivos, tanto públicos como privados.
Investigación, innovación y sostenibilidad
La apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación es otro de los ejes estratégicos de esta ley. Se establecen medidas para incentivar la colaboración entre universidades, administraciones y entidades del sector deportivo, fomentando la producción científica y la transferencia de conocimiento en el ámbito de la actividad física.
Igualmente relevante es la nueva concepción de las infraestructuras deportivas, que deben planificarse no solo como espacios de práctica, sino como entornos sostenibles, accesibles e integrados en el medio urbano y natural. Se prioriza la reforma de instalaciones existentes y la creación de espacios deportivos no convencionales que acerquen la actividad física a la ciudadanía.
Seguridad, disciplina y lucha contra el dopaje
Uno de los puntos más innovadores es la ampliación del régimen sancionador. La nueva ley no solo contempla infracciones deportivas tradicionales, sino que incorpora mecanismos administrativos para prevenir y sancionar la inseguridad, el dopaje, la violencia y cualquier forma de discriminación o intolerancia en el deporte.
Se refuerza la figura del Comité de Justicia Deportiva como garante del cumplimiento normativo y se establece un nuevo sistema de inspección y control, adaptado a la complejidad actual del fenómeno deportivo.
Gobernanza, planificación y participación
El texto legal introduce una estructura clara y moderna para ordenar la gobernanza del deporte en Castilla-La Mancha. Se delimitan las competencias entre administraciones autonómicas, provinciales y locales, promoviendo la colaboración y evitando duplicidades. También se crea el Consejo de la Actividad Física y el Deporte, como órgano consultivo y de participación social.
Esta nueva arquitectura institucional permite implementar políticas públicas más eficaces, garantizar la rendición de cuentas y facilitar la implicación del tejido asociativo, los clubes, las federaciones, las entidades privadas y la ciudadanía en general.
Conclusión
Con esta ley, Castilla-La Mancha se alinea con las exigencias actuales de la ciudadanía y las instituciones europeas, transformando el deporte en una herramienta de salud, inclusión, educación y desarrollo económico sostenible. Se trata de un marco normativo que no solo moderniza la gestión deportiva, sino que promueve un verdadero cambio cultural, colocando a la persona en el centro de las políticas deportivas y apostando por un modelo más justo, seguro y participativo.