La duda del educador
A menudo, como maestros, nos preguntamos si lo que hacemos por los niños es suficiente, si hemos inculcado nuestros conocimientos de la manera correcta, si podemos hacer más por ellos o si hemos dejado huella en nuestros alumnos.
¿Hemos ayudado a que crean en sí mismos?
¿Hemos promovido su conocimiento?
¿Hemos desarrollado sus capacidades?
Todos tenemos habilidades y potencialidades que es necesario impulsar desde la infancia, tanto en el ámbito familiar como en el educativo.
Las artes marciales como herramienta educativa
La práctica educativa es una parte muy importante del desarrollo educativo, concretamente, en las artes marciales se fomenta el respeto, la disciplina, la concentración, el control de las emociones, el compañerismo…, todos ellos son valores esenciales para el desarrollo integral de todos los niños.
Inclusión y diversidad en el tatami
Cada vez son más los casos de niños que tienen unas necesidades diferentes, como Trastorno de Espectro Autista (TEA), Trastorno de déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), síndrome de Down, etc.
¿Pueden participar todos los niños en clases de artes marciales?
¿Todos ellos pueden participar en una clase de artes marciales?
La respuesta es sí. Y es importante recalcar que no todas las necesidades son iguales o se manifiestan del mismo modo en los niños. Por lo tanto, y teniendo en cuenta que cada niño es diferente, no a todos los niños se les enseña de la misma forma.
Citando a Ignacio Estrada, (si un niño no puede aprender de la manera en que le enseñamos, quizás debamos enseñar de la manera en que él aprende)
El marco legal de la inclusión educativa
Según establece la legislación española, en la Ley Orgánica 3/2020 del 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2007, de 3 de mayo, de educación, ha de ponerse un esencial énfasis en garantizar la inclusión educativa en la atención personalizada, en la prevención de dificultades de aprendizajes y en la puesta en práctica de mecanismos de refuerzo tan pronto como se detecten dificultades.
Estrategias para una atención personalizada eficaz
Motivación
Una de las principales labores de un docente es motivar a sus alumnos, enseñarles que son capaces de mejorar su desempeño en cualquier tarea que se propongan, por supuesto, adaptada a las necesidades y características de cada niño, de esta forma, conseguiremos fomentar la autoestima de nuestros alumnos, del mismo modo que la aceptación y el auto concepto.
Respetar los tiempos
No todos los alumnos pueden mantener la atención durante el mismo periodo de tiempo. En mi experiencia trabajando con niños que tienen TDAH o TEA, he observado que es esencial permitirles tener tiempos de juegos, momentos en los que su mente descansa de la actividad que estemos haciendo, del mismo modo que deben tener momentos donde participan como el resto alumnos.
Exponer la planificación previa de la clase
Para algunos niños con necesidades especiales, la anticipación es muy importante, ya que les ayuda a mantener una rutina, a procesar mejor la información que se va a realizar con ellos durante la clase, a no estresarse… Y lo hacemos dedicando unos minutos antes de cada clase, hablando con ellos y explicándoles a través de pictogramas, la estructura del día.
Controlar los distractores
Para favorecer la concentración y el seguimiento de la clase es adecuado, en la medida en la que se pueda dependiendo del lugar donde se impartan las clases, mantener alejado de los niños cualquier potencial distractor, como pueden ser las colchonetas, los bancos o material propio de la clase de psicomotricidad, en caso de dar la clase en ese lugar.
Dar una sola orden de manera clara y concisa
Al hablar con los niños, a veces damos varias órdenes encadenadas para que los alumnos las realicen, sin embargo, es más adecuado dar una sola orden, pues puede resultar confuso para ellos el recibir más de una, logrando, de este modo, que no se lleve a cabo ninguna actividad provocando una gran frustración tanto en el niño como en el maestro.
Acompañamiento de pictogramas
Para alcanzar una inclusión óptima, se puede utilizar la metodología de pictogramas. A este efecto, y gracias a la colaboración de la plataforma ARASAAC, desarrollé el temario de un arte marcial, Taekwondo, hasta el cinturón negro primer dan, para que pudieran adquirir conocimientos del mismo modo que los adquieren sus compañeros, con resultados muy positivos.
La recompensa de enseñar con inclusión
Todo ello, requiere una adaptación del profesor para los alumnos con necesidades especiales y diferentes,
Aunque al principio pueda parecer algo complicado, merece la pena ver el brillo de sus ojos la satisfacción de haber alcanzado lo que querían; merece la pena comprobar que con tesón, con empeño y con ilusión favorecemos su crecimiento y su integración.
Y en este sentido me gustaría compartir la enorme satisfacción que conllevan los resultados positivos, ya no solo para mí, como docente, y para mis compañeros, sino para el resto de los alumnos, con los que ha compartido todo, con los que, en algunos casos, ha aprendido a relacionarse
Sobre todo para los propios niños y sus familias, pues, en algunos casos, ni siquiera ellas, estaban seguras de que sus hijos pudieran aprender algo, no porque dudasen de las clases o de las personas que las imparten, sino porque estaban demasiado acostumbrados a que sus hijos abandonaran las tareas emprendidas antes de consolidarlas.
Un mensaje final: llegar con todos y a tiempo
Todas las personas de un conjunto somos piezas de un puzle y no podemos prescindir de ninguna de ellas. Como decía el poeta León Felipe, (porque no importa llegar solo, ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo).
Y esto es lo que han hecho los alumnos a los que me refiero en nuestras clases de Taekwondo han sido capaces de demostrar los conocimientos aprendidos y han alcanzado los mínimos exigidos a cualquier alumno.