1.1. Concepto de sujeto de derechos

“Los niños no son futuras personas, sino personas hoy. Tienen derecho a que se les tome en serio y a ser tratados por los adultos con ternura y respeto, como iguales, y no como un amo trata a un esclavo. Se les debería permitir crecer de manera que puedan convertirse en lo que quieran: la persona desconocida dentro de cada uno de ellos es la esperanza para el futuro”.
Janus Korzcak El padre de los derechos del niño

Según recoge la convención de Derechos de la infancia en su artículo 1: “Se entiende por niño todo ser humano desde su nacimiento hasta los 18 años de edad, salvo que haya alcanzado antes la mayoría de edad”.

Estos derechos, se sostienen sobre 4 principios básicos:
– La no discriminación
– El interés superior del niño
– La garantía del derecho a la vida
– La supervivencia y el desarrollo y la participación

Esto hace que tengan los mismos derechos que cualquier adulto, más unos derechos específicos, que se traducen en deberes para la familia, la sociedad, el Estado, y en el caso de la LOPIVI para las entidades deportivas que trabajamos con ellos.

Los niños no son sujetos pasivos receptores de acciones, son sujetos activos dentro de los espacios sociales en los que se desarrollan.

Esto implica:
– Comprender que los menores no son solo deportistas, son sujetos de derecho y agentes de cambio.
– Asumir que nuestra tarea no es solo mejorar sus habilidades atléticas, sino salvaguardar otros aspectos mientras hacen deporte.
– Cumplir con el deber de facilitar las condiciones que permitan asegurar, promover, reconocer, respetar, proteger y garantizar sus derechos.
– Impedir que aparezcan situaciones de violencia hacia ellos.

Muchas veces, cuando se habla de entornos seguros en el deporte, partimos desde una perspectiva adulta sin valorar la perspectiva del menor. Existen niños que disfrutan de una especialidad deportiva pero que no desean competir, porque no les gusta que sus entrenadores les griten o les abronquen por no haber hecho bien un gesto deportivo, les obliguen a hacer miles de repeticiones, o les miren con malas caras.

La gente habla que formarse para la élite es muy duro, pero en las escuelas de barrio y clubes pequeños también muchas veces sufren procesos de estrés por el rendimiento deportivo. Muchas veces no se considera a los niños sujetos de derecho, solo se les ve como deportistas. Sin embargo, no son solo deportistas, son además niños, y como tal deben tener unas necesidades afectivas y de seguridad cubiertas por su entidad deportiva, tanto federación, asociación, gimnasio y club.

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